Nuestra ciudad es famosa por sus ríos navegables, pero todo río requiere de un buen puente.
El puente más antiguo de nuestra ciudad es el Santo Domingo, inaugurado en el año 1942. Sin embargo, ya en 1889 se aprobó un presupuesto para la “reconstrucción” de un puente sobre el río Santo Domingo de una existencia previa de 25 años, con un coste total de 2715 pesos de la época, con una longitud de 40 metros, 2,5 más que el actual.
El segundo más antiguo es el Puente Calle-Calle, inaugurado en febrero de 1945. Los encargados de las obras y del diseño debieron haber resuelto una solución más conveniente a la estipulada en el proyecto, pues originalmente el puente estaba planeado con cuatro arcos. En 1997 se inauguró el Puente Calle-Calle II, construido para entregar una vía adicional al puente original.
En 1946 se aprobó la construcción del Puente Pedro de Valdivia, en el contexto de las celebraciones del cuarto centenario de nuestra ciudad. Las autoridades decidieron impulsar su construcción inmediatamente finalizado el Calle-Calle, aprovechando la experiencia adquirida por el personal técnico, identificando además diversos elementos que se podían aprovechar, como herramientas, andamiajes, saldos de materiales, etc.
En 1987 fue habilitado el Puente Cruces, impulsado con el propósito de unir en forma expedita y segura nuestra ciudad con toda la extensa zona costera, buscando su integración a nuestra ciudad, convirtiéndose en un barrio más de nuestra ciudad. Ello provocó un quiebre en Niebla, rompiendo con el aislamiento geográfico y social y generando un cambio en los estilos de vida de la zona.
Nuestro quinto Puente, el Santa Elvira, que une Las Ánimas y Collico, es el puente más largo sobre el río Calle-Calle. Este comenzó su construcción en 2013 con el objetivo de descongestionar el Puente Calle-Calle, siendo inaugurado en enero de 2016, 4 meses antes de lo estipulado en el contrato, con el fin de mitigar los retrasos y reducir las críticas que había generado el famoso Puente Cau-Cau.
Así, el último puente en inaugurarse fue el Cau-Cau, el primer puente basculante de nuestro país, que conecta las áreas de Las Ánimas e Isla Teja. El mismo fue construido con el fin de reducir la congestión que se produce entre Valdivia y el camino a la costa. La construcción de este fue propuesta en 1960, a partir de los daños que sufrió el Calle-Calle debido al terremoto de 1960, planteándose la idea de construir un puente de pontones provisorio en el sector. Sin embargo, debido a la precariedad del país, nunca se concretó. El actual puente inicio sus obras en 2011, y tras varios problemas en su construcción y fallas en el sistema de alzamiento de sus brazos, fue finalmente inaugurado en 2018.
FUENTES: Legado Bicentenario (2011). Puente Cau Cau.
Teresa Toyos (2015). Puente Santa Elvira. Una nueva conexión para el desarrollo de Valdivia. Cámara Chilena de la Construcción.
Tamara González (2013). Identificación del patrimonio de ingeniería en puentes en la Región de los Ríos con un ejemplo de evaluación de la posibilidad de conservación. Tesis de Ingeniería Civil en Obras Civiles, UACh.
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